El desayuno se ha catalogado  erroenamente desde siempre como “la comida más importante del día”. Este lema lo han aprovechado desde la industria alimentaria para vendernos productos con grandes cantidades de azúcar y alta densidad energética, como son el colacao y nesquik que solemos añadir a la leche, y otros ultraprocesados con los que la acompañamos, como son los llamados “cereales de desayuno” y las galletas.

El desayuno no es la comida más importante del día. De hecho, es totalmente prescindible, ya que suele estar formado por estas opciones nada saludables.

Eso sí, si realizas esta ingesta, es muy importante darle calidad nutricional, ya que la mayoría de la gente, suele desayunar lo mismo todos los días, y, si hacemos malas elecciones, las estaremos repitiendo a diario. Por eso, con pequeños cambios, se pueden conseguir grandes progresos.

Cambia el cacao azucarado por cacao puro (puedes usar el cacao 70% como paso intermedio) y los cereales azucarados o galletas por avena o pan integral. ¡Puedes dejar de ingerir más de 20 gramos de azúcar al día!

Lo que buscamos con esta ingesta, es que sea lo más saciante posible, para evitar los picoteos de media mañana. Por lo tanto, necesitaremos incluir alimentos altos en proteína y en fibra. Por ejemplo, si nos decantamos por el pan integral (rico en fibra), podemos acompañarlo de opciones proteicas como huevo revuelto, jamón serrano, queso fresco… U otras opciones aptas para veganos como hummus de garbanzos o crema de cacahuete.

En caso de no tener tiempo para tomar unas tostadas, los cereales de avena, maíz o espelta, pueden ser opciones bastante más que aceptables, ya que poseen un gran contenido proteico y son altas en fibra. Además, podemos complementarlos con canela, cacao, fruta o fruta deshidratada sin azúcares añadidos, para darle diferentes sabores y no aburrirnos de desayunar siempre lo mismo. Puedes preparar un táper de fruta partida la noche anterior en caso de que vayas con prisa desde por la mañana.

En definitiva, no existe un desayuno ideal, pero sí existe un desayuno muy extendido cuya calidad nutricional deja mucho que desear. En ocasiones, se utiliza como excusa el tomar galletas u otro tipo de bollería industrial porque “no se tiene tiempo”, pero también se puede desayunar saludable en cosa de 2 minutos.