Muchas personas son las que intentan perder los kilos ganados a lo largo de los meses de invierno con el fin de llegar al verano en las mejores condiciones conocido como la operación bikini.

Son numerosos los errores que se cometen a la hora de recurrir a dietas muy estrictas y puntuales, que prometen resultados fantásticos en cuestión de días.

Este tipo de dietas milagro, con pérdidas espectaculares de peso en poco tiempo, pone en riesgo nuestra salud, ya que, ingerimos muy poca energía y los nutrientes se ven en riesgo de déficit.

Al perder un número grande de kilos en poco tiempo, además de síntomas como cansancio, fatiga y pérdida de energía, se pierde más masa muscular y agua, que grasa corporal.

Esto lo comprobamos mucho mejor con el volumen. La grasa ocupa mucho más espacio que la masa muscular, por lo que, perdiendo un gran número de kilos, podemos no notar especialmente diferencias de contorno, en comparación con una pérdida de peso estrictamente de grasa corporal.

Además, este tipo de dietas tienen fecha de caducidad, es decir, tienen un final programado, por lo que, al finalizar y volver a los hábitos previos, el peso aumentará sustancialmente y de manera muy rápida; efecto rebote. Hasta un peso más alto incluso del que partíamos inicialmente. 

Por último, es necesario hablar también del peso a nivel psicológico que puede acarrear el obsesionarse con este tipo de dietas, ya que etiquetamos a los alimentos como permitidos y prohibidos. De esta manera, generaremos mayor ansiedad por los alimentos prohibidos, y, con ello, una mala relación con la comida en general.

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